Golpe de Estado en Myanmar y violación de derechos humanos.
La enviada especial de la ONU a Myanmar alertó este miércoles al Consejo de Seguridad sobre un “baño de sangre inminente”.
Los militares tomaron el poder- el 01 de febrero de este año- por un supuesto fraude electoral en los comicios de noviembre del 2020, en los que ganó el partido de la Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi.
“Desde el golpe, la junta militar ha detenido a más de 3.000 personas, incluida Suu Kyi y gran parte de su Gobierno, quienes se encuentran en su mayoría incomunicados”
Ante el recrudecimiento de la violencia aumentan los llamados de varios gobiernos a sus ciudadanos para que abandonen el país y ACNUR (Alto Comisionado de la Naciones Unidas para los Refugiados) urge a los países vecinos a acoger a los birmanos que deben huir de su nación.
Los niños, aún más vulnerables.
Mientras las protestas de la sociedad continúan, el Ejército de Birmania aumenta el uso de la fuerza. Unicef denunció que al menos 35 niños fueron asesinados durante la represión en Birmania, innumerables otros heridos de seriedad y “casi 1.000 niños y jóvenes han sido supuestamente detenidos de forma arbitraria”, señaló en un comunicado la directora ejecutiva de la agencia de la ONU para la Infancia, Henrietta Fore.
La Declaración Universal de Derechos Humanos establece los derechos humanos fundamentales que deben protegerse en el mundo entero y que hoy están siendo violados por el golpe de estado en Birmania.
El art 3 de la Declaración reconoce al ser humano el derecho a la vida, la libertad y la seguridad de su persona.
Establece al mismo tiempo que “La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se expresará mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto secreto u otro procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto” en el art. 21.
“Los crímenes internacionales más graves y las violaciones del derecho internacional parecen estar ocurriendo a plena vista (…) Se volverá más sangriento porque el comandante en jefe parece decidido a fortalecer su control ilegal del poder por la fuerza”, alertó la enviada especial de la ONU a Myanmar, Christine Schraner Burgener, ante el Consejo de Seguridad.
Fuentes: consultadas el 31–03–2021
